Necrony fue una banda sueca de principios de los 90tas que a primer oído parecen una copia al carbón de la etapa grind death de Carcass (incluído el concepto lírico y visual) fusionada con la estructura rítmica de GRAVE. Sin embargo los suecos logran distinguirse por los solos de guitarra que confeccionan en todos los temas de su único álbum: Patological Performances. Las primas de guitarra son totalmente desarmónicas y fuera de tono con el acompañamiento.
En primera instancia pareciese que un novato haya irrumpido en la grabación para travesear de manera fallida con el instrumento. Ojo, esto en opinión personal me parece consistente y creativo. Porque para la época, inicios de los 90tas en adelante, el death metal se fue caracterizando por su mejoramiento técnico en la ejecución de los 4 instrumentos básicos. No es que la progresión de un estilo sea mala, lo lamentable es que salvo pocas exepciones, el resto de bandas mantuvo el mismo canon a la hora de componer solos de guitarra en el subgénero. Necrony rompe ese molde para componer solos de guitarra en el death metal a lo largo de este peculiar LP. Esto es algo que en estas épocas de ultra tecnisismo musical no se menciona, tal vez porque NECRONY se lleva el prejuicio de copiar los estilos de 2 bandas emblemáticas del metal extremo. No obstante, creo que se merecen este humilde reconocimiento de un servidor que los viene escuchando desde su adolescencia. Vale la pena dar oídos al álbum, además fueron unas de las primeras bandas de grind death en inculir elementos acústicos y de viento en sus temas.
Otro acierto es el alto calibre de producción del material fonográfico para la época, independientemente de la impresión del folleto en blanco y negro; la mezcla y masterización, en especial, de los bombos fue de primera calidad. Los tonos de la batería bien altos contrastando con los graves del bajo y los harmonizadores de voz, está de más decir que todos los temas están bien ejecutados y todas las frecuencias se reproducen a la par.
Otro acierto es el alto calibre de producción del material fonográfico para la época, independientemente de la impresión del folleto en blanco y negro; la mezcla y masterización, en especial, de los bombos fue de primera calidad. Los tonos de la batería bien altos contrastando con los graves del bajo y los harmonizadores de voz, está de más decir que todos los temas están bien ejecutados y todas las frecuencias se reproducen a la par.
La obra consta de 12 temas y la única razón para pasar de un tema a otro es la curiosidad de oir otra prima de guitarra desármónica y fuera de tono (aunque en realidad si está en tono y escala).