Reseña del último lanzamiento de una de las bandas pioneras del Black Metal noruego, bajo el título de Instinctus Bestalis.
Instinctus Bestalis
Gorgoroth es una de las bandas más antiguas en el género del Black Metal, así como una de las más aferradas al estilo crudo e ideología satanista. En la década de los 2000 tuvieron un ascenso mediático muy grande, debido en gran parte por lo impactantes que se mostraban en directo, dando todo un espectáculo en pintura de guerra, accesorios, escenografía, etc. Luego de un tiempo la agrupación estuvo envuelta en conflictos internos debido a que dos de sus miembros decidieron tomarse el nombre de la marca para continuar sin su fundador "Infernus" mientras que este último optó por pelear legalmente para mantener la posesión de su creación artística. Una vez resuelto el conflicto, Infernus continuó con su trabajo musical y es el momento de escuchar su segundo disco luego de haber recuperado a Gorgoroth.
Instinctus Bestalis tiene un gran parecido musical a su predecesor "Quantos Possunt Ad Satanitatem Trahunt" (dejando a un lado al remake del Under The Sign of Hell) a pesar de que para la nueva obra cuentan con Atterigner en las vocales. Es un trabajo de tiempos medios y sonidos graves que por momentos nos recuerdan algunas obras del Death Metal. Precisamente es la voz de Atterigner la que llama la atención de inmediato, mucho más densa que la de Pest. El guitarreo clásico de Infernus no puede faltar, con bastante palm muting en sus frases, como ya viene acostumbrado a hacerlo.
Toda la parte lírica, así como el concepto general de la obra mantiene la esencia Black Metal que Gorgoroth ha mostrado durante su carrera. Con un Infernus aferrado a la parte creativa, es obvio que el material mostrado va a tener la misma línea que el resto de la discografía.
El disco cuenta con 8 temas que dan un total de 31 minutos aproximadamente. Es un trabajo un poco lineal pero atractivo, que será fácilmente digerible en su totalidad. No esperen un nuevo "Pentagram" o "Antichrist"
Me gusta... un disco que no suena tan abrasivo ni sofocante pero sí con más potencia y solidez que el "Quantos": guitarras potentes, vocales solidas, un bajo versátil que por momentos se funde completamente en la mezcla y en otros es claramente distinguible, y una batería que no da tregua (amén al uso machacante del doble bombo). Las canciones siguen un hilo y el disco en general tiene una coherencia que se agradece, como dice la reseña; es un disco muy digerible que se agradece bastante y el cual no te cansas de escuchar.
ResponderEliminarPor ultimo mencionar que, aparte del buen trabajo de ensamble y orquestacion, la mezcla y masterización del disco están bastante cuidadas... pasando la mitad del disco hay un fade in que pudieron haberse evitado para no cortar el ritmo entre los tracks, pero vamos; un detalle menor y aún con eso el disco se nota solido y bien producido.