Un puto puño lleno de metal, sí, eso es lo que es este disco. Más que un análisis, esta es una recomendación. A FISTFUL OF METAL, es un álbum de metal verdadero. Realmente una joya que hay que escuchar si todavía no has tenido el agrado de hacerlo.
Es un testimonio y una declaración de principios de los que toda la gente de vieja guardia añora, metal verdadero, ese que se balanceaba entre los riffs y las vocales altas de Judas Priest y la agresividad de la actitud punk. Esa música que se fue formando junto a álbumes como Black Metal de Venom, Kill em All de Metallica, Show no Mercy de Slayer y los posteriores Bonded by Blood de Exodus y Fell the fire de Overkill; y que terminaron llamando Thrash metal
No hay canción ni aspecto de producción de este álbum que decepcione, al contrario el elemento más llamativo y mejor trabajado son las vocales del señor Neil Turbin, agudos crocantes y alargados que están a la par a los de Halford. La mayor cualidad de esta obra radica en que es un disco muy fácil de escuchar sin dejar ni por un milímetro de sonar súper pesado.
En fin háganse un favor y escuchen esta maravilla del thrash.