En la reseña del más reciente album de Evanescese, mencioné a Ben Moody y su banda spin off WE ARE THE FALLEN. El nombre es una referencia directa a el FALLEN, álbum que estrenó de manera exitosa a EVANESCENSE. La misma formación de aquél éxito, se puso de acuerdo con Carly Smithson, finalista de la novena entrega del reality show American Idol, para repasar una vez más, o aproximarse lo más posible, a la fórmula del FALLEN.
El álbum mantiene de principio a fin la sobriedad y majestuosidad sinfónica de su molde original. Dramatismo como enfoque emocional de la obra de principio a fin, una voz súper flexible hasta el punto de imitar el estilo vocal de Amy Lee sin ser una copia al carbón de la misma.
La lista de temas muy bien ordenada, en las que la música fluye de principio a fin, un álbum a carta cabal en el cual cada canción tiene su parte de protagonismo y función a lo largo de la obra y con un tema de cierre magistral. Hay que entender este álbum en su propia dimensión, porque termina siendo casi un entidad con vida propia cuando uno lo acaba de escuchar. Muy aparte de estilos musicales y preferencias, hago un llamado a la sensibilidad artística que rodea a todo buen escucha, esto es música bien hecha, íntegra, con un propósito definido y personalidad propia.
Háganse un favor y escuchen este álbum, tiene unos arreglos riquísimos en todos los aspectos, una producción y mezcla de sonido que supera al propio autotitulado de EVANESCENCE (2011) que salió un año después. Y ojo, este álbum fue auto-financiado por los propios músicos, la edición original es un delgado digi-pack sin cancionero donde consta la información de producción de la obra y una foto de la banda. sin embargo cuando gira en la bandeja del reproductor la música habla por sí misma.