Recientemente encontré en el folleto de un cassette de mi propiedad un pequeño catálogo de la discografía de la agrupación en 3 formatos de la época (1986), cassette, LP Y CD y el hallazgo en precios fue sorprendente. Los los álbumes de la banda en los formatos disco de vinilo y cassette de audio costaban $8 cada uno, mientra su versión en CD, hablamos de 30 años atrás, estaba valorado en $21.
Me resultó muy familiar esa valoración de los formatos más clásicos de música con las cotizaciones actuales que hago de LPs hoy en día, sólo que los valores está a la inversa por lo menos en lo que a LP y CD se refiere. En el mercado podemos encontrar una disminución del costo de los CDs en relación a los LPs, ¿Porqué se da esto? Bueno, con ánimo de especular, es cuestión de moda, tendencia y novedad.
Me da por pensar que hace 30 años el formato más novedoso que brindaba un aspecto nunca antes percibido de abordar la música era el disco compacto. Mientras toda la generación que vivió el apogeo y finalmente el reinado del formato digital en la industria de la música, vinieron escuchando toda su vida, hasta ese momento, la música en análogo, música con ruido: el scrach y pop del vinilo y el hiss del audio cassete, entonces a finales de los 80, PUM! se masifican los reproductores de discos compactos y su acceso a gran parte de la población, el resto es historia.
Lo curioso es prestar atención al detalle de que el CD brindó, en ese entonces, la capacidad de escuchar música totalmente clara, diáfana, limpia y con una superioridad en potencia que muy pocas producciones en LP y cassette ofrecían hasta el momento, esa generación vivió la novedad de escuchar toda su música favorita como NUNCA la habían percibido.
Lo mismo se repite 30 años después. Una generación que creció con el oído digitalizado, que nació cuando el CD era el monarca de la industria musical y que crecieron a la par de los formatos de descarga y compresión como lo es esa maravilla llamada MP3. Entonces, tenemos toda una GENERACIÓN que en su VIDA han experimentado lo que es el sonido cálido de un bello LP.
Con la muerte del CD, el imperio de las descargas gratuitas, las compañías discográficas vienen buscando desde hace 10 años hasta la fecha enganchar a esta nueva generación del oído digital a una nueva experiencia y en el caso de gente con más edad, llevarlos al romanticismo de antaño.
Los argumentos en pro de la calidad de vinilo vs el formato digital son producto de una campaña publicitaria que produzca ventas e ingresos a las discográficas, ya que la el 100% de la música es gratis y descargable en la mayoría de los casos. De ahí vienen todas las opiniones en contra del CD, que hemos sido embaucados, engañados y estafados, que sí, que no, que el CD es basura y los formatos digitales son de menor calidad en comparación a los análogos. En lo particular, es una exageración ridícula declarar inflexiblemente que los formatos digitales son BASURA al lado de la bella calidez de un 35rpm.
En mi experiencia, cada formato tiene sus pros y sus contras, cada formato ofrece una experiencia diferente, ni uno es mejor que otro, ni uno es más HI FI quel otro.
Veamos por un momento ese catálogo que mencioné al inicio del artículo, hace 30 años el formato digital que ofrecía el CD era considerado HIFI, por lo tanto costaba casi 3 veces más que los formatos tradicionales de esa época. Hoy en día las discográficas nos quieren hacer creer que el vinilo es el formato con el sonido definitivo en el mercado para que lo consumamos sin detenernos a valorar de manera objetiva lo que nos ofrece el formato digital. Lo que pasa en este aspecto es el efecto NOVEDOSO que produce para nosotros algo diferente a lo que hemos estado acostumbrados.
He sido testigo del impacto del sonido análogo sobre oídos digitales, y las personas (incluido yo) quedan totalmente soprendidas, ¿por qué? porque es una experiencia diferente.
Mientras el sonido que produce el LP tiene calidez, (se percibe vivo y cercano) por otra parte carece de potencia y viene acompañado del ruido; y por otra parte mientras el formato digital ofrece un sonido totalmente esterilizado que produce una percepción totalmente limpia de todos los elementos, de la misma forma esa misma cualidad condena a la mayoría de las producciones a escucharse lejanas y frías.
Otra aclaración es la de la resistencia y calidad del formato físico. El vinilo si no los cuidas se daña, el disco compacto también. Por supuesto que los LP requieren más cuidado que lo CDs, me arriesgo a una analogía:
Tener un álbum en MP3 es como tener una mascota virtual.
Tener ese mismo álbum en cd es como tener una mascota de juguete.
Poseer ese mismo trabajo en disco de vinilo es como tener una mascota real.
Así de sencillo.
Conclusión. Escuchen ambos formatos y formen sus propios criterios.
Otra aclaración es la de la resistencia y calidad del formato físico. El vinilo si no los cuidas se daña, el disco compacto también. Por supuesto que los LP requieren más cuidado que lo CDs, me arriesgo a una analogía:
Tener un álbum en MP3 es como tener una mascota virtual.
Tener ese mismo álbum en cd es como tener una mascota de juguete.
Poseer ese mismo trabajo en disco de vinilo es como tener una mascota real.
Así de sencillo.
Conclusión. Escuchen ambos formatos y formen sus propios criterios.