Reseña del último lanzamiento de la banda alemana de Thrash Metal que lleva como título "Gods Of Violence" y se estrenó en enero de 2017.
Gods Of Violence
Kreator es una banda formada en 1982 bajo el nombre de Tormentor, pero no fue hasta 1984 que comenzaron a utilizar el actual y un año más tarde debutarían con demo y material discográfico, siendo técnicamente la banda más joven de los 4 Grandes del Thrash Alemán. Actualmente poseen 15 trabajos en estudio y es este nuevo disco del que hablaremos el día de hoy.
Al igual que los 4 Grandes del Thrash Americano, las bandas alemanas también han sufrido por el desgaste del género en aquellas épocas entre los 90's y 2000's en la que decidieron experimentar con otros estilos y sonidos para luego a finales de esa década retomar el camino a un estilo más clásico pero manteniendo los estándares de calidad y producción. En Dioses De La Violencia podemos encontrar efectivamente aquella marca de calidad en la ejecución de los temas, así como la enorme producción que hay detrás de toda la obra, la cual desde la portada evidencia que tratará sobre algo bastante crudo.
Como era de esperarse, la temática de este disco es la violencia y en sus canciones los alemanes nos van comunicando su postura ante las desgracias de las guerras, tanto modernas como antiguas. Se abordan temas como el terrorismo, los crímenes de guerra, el papel de las religiones y los extremos a los que el ser humano es capaz de alcanzar con tal de hacer prevalecer su ideología. En ese aspecto el álbum es maldad pura, aunque también hay pequeños momentos en los que se toca otras temáticas, como el merecido tributo a algunos hermanos caídos del Rock y Metal.
Con respecto a lo musical, el cuarteto liderado por Mille Petrozza nos ofrece un Thrash Metal con menos intensidad que la media, con bastantes tintes melódicos y que por momentos se sitúa en el terreno del Heavy/Speed. Hay elementos acústicos, algún teclado de repente y hasta un arreglo orquestal; sin embargo la base de riffs y ritmos machacantes prevalecen. Individualmente los músicos han realizado un excelente trabajo en una obra de semejante producción, siendo los solos de guitarra los que más destacan. El apartado vocal se mantiene intacto, haciendo que algunos temas queden en la cabeza después de escucharlos.
En líneas generales se trata de una obra buena que mantiene la tendencia que ha ofrecido la banda desde sus últimos discos. Algunos dirán que es continuista y que no aporta mucho al género, pero al fanático del estilo y sobre todo del grupo seguro encantará. Por cierto, el disco es un éxito en ventas allá en Europa.