Análisis del undécimo álbum del cuarteto californiano bajo el sello Blackened Records y producido por Greg Fidelman, James Hetfield y Lars Ulrich.
72 Seasons
Luego de casi 7 años de haber escuchado Hardwired... to Self-Destruct, Metallica vuelve con un nuevo material para mantener vivo el legado y el prestigio de ser la banda más exitosa del Heavy metal. Para esta ocasión repiten estudio y productor, ante lo cual se espera algo muy parecido al anterior trabajo. Según comentaron los miembros de la banda, este álbum se ha venido gestionando durante los dos últimos años, por lo que se supone supuso un trabajo distinto al habitual debido a las restricciones de una crisis sanitaria mundial que azotó a todos y obligó a muchos a trabajar por medios remotos. No han dado muchos detalles sobre el concepto del disco, por lo que existen muchas teorías de los fans sobre este nombre. En fin, analicemos la obra.
El festival de los medios tiempos
En Hardwired... la banda ya nos había mostrado su intención de hacer temas largos para poder justificar un disco doble. 72 Seasons no es la excepción, puesto que supone el trabajo de mayor duración de la banda, con unos 77 minutos aproximadamente de música. Algo similar a lo que hicieron en 2016 con el anterior trabajo, acá Metallica vuelve a demostrar que son unos avariciosos genios del marketing y decidieron presentar una función especial en los cines un día antes del lanzamiento para que los fanáticos pudieran escuchar de primera mano las canciones junto a una breve descripción de cada una de estas por parte de los integrantes. Cada tema viene aderezado con un videoclip, algunos de estos se limitan a simples animaciones y otros tienen un tinte más clásico, tipo "live action". Por cierto, me sorprende que el material no se haya filtrado tanto en medios "alternativos" previo al lanzamiento...
La obra comienza con el tema que da nombre al disco, el cual tiene un sonido contundente, buenos riffs y ciertas descargas veloces. El desempeño musical de cada uno de los miembros está a la altura de la banda, siendo James el que más destaca por su presencia y calidad vocal (a pesar de que es el que más envejecido se ve a nivel físico), Robert cumpliendo a cabalidad, Kirk en lo suyo (wah) y Lars con su estilo "minimalista". A partir del segundo tema comienza lo que yo llamaría "El festival de los medios tiempos" ya que en esta obra será una constante el uso de ritmos relajados con riffs similares, el espacio para el solo, temas que se sienten fozadamente alargados al final y los breakdowns. Si, hay muchos break!... downs!... break!... downs!...break!... down down down down down downs!...
Lo mejor está al final
Para no alargarme mucho en el análisis, pasada la mitad del disco se encuentra Lux Æterna, que es uno de los primeros singles que presentaron y contiene lo mejorcito del proyecto, con un ritmo más rápido, fraseos frescos y digeribles. Posteriormente vienen temas que sin ser la octava maravilla del mundo, ofrecen más variedad; ya casi por el final también encontraremos un tema fresco, al estilo NWOBHM y otro más rápido que recuerda una fusión entre "Spit out the bone" y "Lords of summer". De hecho la mayoría de los temas nos recordarán a canciones del Hardwired o incluso Load&Reload. En lo personal me han gustado temas como 72 Seasons, Screaming Suicide, Lux Æterna, Too Far Gone, Room of Mirrors y debo hacer mención especial al último tema "Inamorata" que dura más de 10 minutos y es de lo más distinto que he escuchado de Metallica en su discografía; un tema lento con riffs en terceras bastante lúgubres que me recordaron a bandas de metal extremo con tintes Sabbath y algo de blues.
Dejando a un lado el minimalismo de Lars y sus interminables redobles (ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta) el disco se siente de gran calidad, con un sonido denso y lento digno de una buena banda de Hard Rock, pero con guitarras de metal. Me parece que Trujillo es quien mejor logró describir las canciones en la presentación de ayer en el cine: "son como ensayos, improvisaciones a las que le fuimos agregando cosas divertidas e interesantes". Me gusta la obra pero creo que con una batería más atrevida el resultado habría sido incluso mejor.
En conclusión, 72 Seasons es un trabajo más de Metallica, que va en la línea de sus últimos discos y representa un aporte vital para el Heavy Metal; ya que siendo realistas, Metallica es esa puerta de entrada a nuevas generaciones y debe mantener un sonido digerible para los nuevos oídos. Por ahora, disfrutemos mientras estos señores hacen música y continúan contribuyendo al género. Te guste o no Metallica, esta obra merece ser escuchada.